¿Qué tipos de cosméticos y maquillaje se utilizan en tanatoestética?
Cuando una persona fallece es costumbre en nuestro país velarla, acompañar al difunto durante aproximadamente 24 horas, siendo ese el mínimo legal establecido antes de su entierro o cremación. En estos momentos, la labor del tanatoestético/a es tratar de que durante ese periodo el cadáver, que va a ser visto por familiares y amigos, muestre un aspecto lo más natural y próximo posible a su estado en vida. Siempre debe seguirse los deseos de los familiares y allegados que serán los que contraten los servicios de la empresa funeraria. Os explicamos de forma general los pasos a seguir:
Siempre es recomendable que el tanatoestético/a esté provisto de guantes quirúrgicos, bata y mascarilla, que podrán variar en función del motivo por el que ha fallecido, no es lo mismo morir por un ataque cardiaco que por padecer alguna enfermedad contagiosa, en cuyo caso es recomendable la no manipulación.
Realizaremos el aseo general del cuerpo con toallas jabonosas o algún material similar, haciendo especial hincapié en las zonas visibles del cuerpo, como son la cara, el cuello y las manos. Normalmente, son como las utilizadas en centros de salud y hospitales. Con ello se consigue la desinfección del cuerpo del fallecido.
Si es necesario se afeitará al difunto con una maquinilla de afeitar, siempre con mucha precaución, para no producir ninguna lesión en el rostro. Posteriormente, en el supuesto de que la familia nos facilite la ropa del difunto, se procederá a su colocación y al peinado del mismo, con peine, cepillo… siempre de la forma más natural posible.
Además, y este paso es especialmente importante, se procede a cerrar la boca con alguno de los métodos existentes para ello como coser, pegar…., taponando primero los orificios, especialmente la boca y la nariz. Después se le aplica crema hidratante en las partes visibles, para posteriormente aplicar el maquillaje, este último son las mismas bases o polvos que puede utilizar cualquier persona viva. El objetivo de este tratamiento es darle un aspecto lo más natural y parecido posible al que tenía en vida, y logrando igualmente disimular la palidez que va adquiriendo el cuerpo con el paso de las horas.
Para maquillar al difunto, podemos utilizar bases de maquillaje, maquillajes compactos, polvos en sus distintas variedades, e incluso colorete. Lo normal es utilizar materiales en textura fluida o compacta, si son polvos sueltos son más difíciles de manejar. Debemos maquillar las zonas que quedan expuestas, es decir, rostro y manos, sin olvidar el cuello, para que no se note un efecto máscara en la cara.
Para extenderlos utilizaremos esponjas o pinceles, siempre sin presionar demasiado, para no hacerle ningún roce ni heridas pequeñas. En el caso de que ya tenga alguna de estas imperfecciones, podemos utilizar colores en la zona que neutralicen el roce, la rojez…
Si la familia desea un maquillaje más específico, debe indicarlo previamente, e incluso puede facilitar algún material concreto que quiera que se le aplique.
El resultado va a ayudar a que los familiares y allegados puedan despedirse del fallecido, intentando que este transmita la sensación de estar dormido.